lunes, 10 de noviembre de 2008

Reflexiones Oscuras


Debería tener una notebook prendida al costado de mi cama durante la noche. Las cosas que me pasan con la almohada son increíbles. Por algún lado entran las reflexiones, por más que este todo cerrado. Ayer a la noche me di cuenta quien era Dios para mí. Es mi cuerpo, mi envase, mi alma. Y ese Dios, lo hicieron dos personas, de pies a cabeza, de alma a corazón.
Por minutos estuve en el infierno, que es mucho mas angustioso que el nabo este del Diablo y todo su fuego de cotillon. Esta fue una pesadilla, esas que llega un momento en que te das cuenta que estas en un sueño, pero que igualmente no te podes librar. Me dolía mucho la garganta, síntoma característico cuando no puedo tragar algo, el calor también estaba. El calor, la angustia, el dolor y mi cabeza, todos en la misma cama. Parece que esos son ingredientes para tener un viaje al verdadero infierno, el posta posta. El cuerpo me hablo, se comunico conmigo, pero todavía no se muy bien que me quiso decir. Puede que en esos minutos de pesadilla yo estuve creciendo, puede que sea una advertencia de que adentro esta todo mal.
Mi viejo me dice que yo tapo todo. Con pastillas y con marihuana, dos amigas mías desde hace mucho. Y si es verdad. Pero creo que el dolor mas grande viene por otro lado, viene de arriba, de mi cielo, de mis creadores. No puedo estar bien, si los que me dieron la vida están mal. No, mi Dios, mi cuerpo, no quiere. Esta religión es así, es familiar, compartimos el dolor y el amor, compartimos sangre y miserias, errores y virtudes, y siempre vamos a querer compartir el futuro. Sanos y tranquilos, aunque independientemente, yo, le doy prioridad a la tranquilidad.

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