Ufff, que ganas tenia de estar acá, ganas de llegar. Raramente es común; y me pasa, que soy una olla con una salsa agridulce y quemo como la mierda, cuidado que salpico. Estuve tapado de suerte, por eso el humo y las explosiones, y la sensación de pogo interno. Y de afuera el metal esta frió, las baquelita todas quemadas, ya no eran las de leche, esas no vuelven mas, pero dejan el olor para siempre, todo el mundo se da cuenta donde alguna vez se quemo una baquelita.
Siempre la guerra del vicio y el desperdicio, el ocio me roció y me puso rancio. Capaz, que vos estás tranquilo pensando que la escalera es mecánica, te confundís, lo que se mueve es el tiempo, vos no, camina. Esa es la típica de los que hacen que intentan, son los peores, porque nunca se terminan de convencer, nunca se terminan de nada. Y vos ahí, haciendo el papel de oído sordo, lo escuchas de la memoria directamente, para que no pierda calidad. Te morís de ganas de decirle que se calle, que esta inflado de ceros zurdos, que no suman ganado nada. Te harta el taladro, mucho mas si es parejito, queres tirar la bengala de la justicia divina y convertirte en la verdad, ahí, au vivo, in your face.
Pero eso engendra rápido algún quilombo, que a veces son sagrados y los guardas en el almanaque del chino. Besos
No hay comentarios:
Publicar un comentario